La humanidad significa consideración por la existencia y por la felicidad de cada uno de los seres humanos. A, Schweitzer

Humanity means consideration for the existence and the happiness of each human being.


viernes, 24 de febrero de 2012

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milnovecientoSesentaydos


Todas las noches los árboles que permanecen levantados

aúllan alarmados y me despiertan

Insomne me pienso árbol

y grito, grito oscura, desarbolada


Los árboles tan generosos aun a pesar de nuestra necedad

subsisten inquebrantables en las turbias urbes

Van regalando el aire que respiramos

y no les damos tregua


Hay humanos que siempre los han honrado

Hay humanos que los abrazan

Hay humanos que sueñan un paraíso de bosques y pájaros

Hay humanos que zozobran si les falta el asilo de sus ramas


Y hay inconscientes que olfatean madera

y perpetran el saqueo de la savia

entonces,

los magnánimos gigantes mueren desolados...



Sin embargo, la humanidad que no puede ser más que humana,

sino sería muy grande patraña,

persevera alumbrando seres humanos cabales

Adheridos a los árboles crecen altos, soberbios, libres

capaces ambos de gozar las andanzas de La Tierra

de celebrar con prudencia la esperanza


2012KovadOnga


HildaHilst-ZecaBaleiro-ZéliaDuncan-BRASILbellísimo

ZéliaDuncan


De Amavisse (1989)


VI


Que las barcazas del Tiempo me devuelvan
la primitiva urna de palabras.
que me devuelvan a ti y a tu rostro
como lo conocí desde siempre: punzante
pero centellante de vida, renovado
como si el sol y el rostro caminasen
porque venia de uno la luz del otro.


Que me devuelvan la noche, el espacio
para sentirme tan vasta y poseída
como si aguas y maderas de todas las barcazas
se hiciesen materia rediviva, adolescencia y mito.


Que te devuelva la fuente de mi primer grito.


hilda hilst


Ode Descontínua e Remota para Flauta e Oboé -

De Ariana para Dionísio

Hilda Hilst musicada por Zeca Baleiro


BRaSilpoesÍa

Procura de la poesía

No hagas versos sobre acontecimientos.
No hay creación ni muerte ante la poesía.
Frente a ella la vida es un solo estático,
no calienta ni ilumina.
Las afinidades, los aniversarios, los incidentes personales no cuentan.
No hagas poesía con el cuerpo,
ese excelente, completo y confortable cuerpo, tan enemigo de la efusión lírica.
Tu gota de bilis, tu máscara de gozo o de dolor en lo oscuro son indiferentes.
Ni me reveles tus sentimientos,
que se prevalecen del equívoco y tientan el largo viaje.
Lo que piensas o sientes, eso aún no es poesía.

No cantes a tu ciudad, déjala en paz.
El canto no es el movimiento de las máquinas ni el secreto de las casas.
No es la música oída de paso; rumor del mar en las calles junto a la línea de espuma.
El canto no es la naturaleza
ni los hombres en sociedad.
Para él, lluvia y noche, fatiga y esperanza, nada significan.
La poesía (no extraigas poesía de las cosas)
elude sujeto y objeto.

No dramatices, no invoques,
no indagues. No pierdas tiempo en mentir.
No te aborrezcas.
Tu yate de marfil, tu zapato de diamante,
vuestras mazurcas y supersticiones, vuestros esqueletos de familia,
desaparecen en la curva del tiempo, son inservibles.

No recompongas
tu sepultada y melancólica infancia.
No osciles entre el espejo y la
memoria en disipación.
Que se disipó, no era poesía.
Que se partió, cristal no era.

Penetra sordamente en el reino de las palabras.
Allá están los poemas que esperan ser escritos.
Están paralizados, mas no hay desesperación,
hay calma y frescura en la superficie intacta.
Helos allí solos y mudos, en estado de diccionario.
Convive con tus poemas, antes de escribirlos.
Ten paciencia, si oscuros. Calma, si te provocan.


Espera que cada uno se realice y consuma
con su poder de palabra
y su poder de silencio.
No fuerces al poema a desprenderse del limbo.
No recojas en el suelo el poema que se perdió.
No adules al poema. Acéptalo
como él aceptará su forma definitiva y concretada
en el espacio.


Acércate y contempla las palabras.
Cada una
tiene mil fases secretas sobre la neutra faz
y te pregunta, sin interés por la respuesta,
pobre o terrible, que le des:
¿Trajiste la llave?


Repara:
yermas de melodía y de concepto,
ellas se refugian en la noche, las palabras.
Aún húmedas e impregnadas de sueño
rolan en un río difícil y se transforman en desprecio.

(Versión de Manuel Graña Etcheverry)

Carlos Drummond de Andrade



jueves, 2 de febrero de 2012

SOMEWHERE IN RAMALLAH, PALESTINA

dedicado a Soraida



DOS HERMOSAS CANCIONES DE LA CANTANTE PALESTINA
RIM BANNA




JARCHA MOZÁRABE

Garīdboš, ay yermanēllaš

kómkontenēr-hémewmā´lē,
sīnal-ḥabībnon bibrē´yo:
¿ad obl' iréydemandā´re?
bay-šemioqorasonde mib
Yārabbīšišetornarad
țanmal miodoler al-habīb
Enfermo Ϋedquanšanarad

¿Qué farémamma?
Mioal-habibeštad yana.


ARCO iris de AMINA ALAOUI

El canto de Amina Alaoui me roza y regresa envolviéndome. Atrae la voz de Soraida, instala mi pensamiento en Palestina; mi cuerpo sedente, hierático, aislado en la cocina, Soraida hablando sin parar con sus ojos sonoros posados sobre mi frente , sobre mi alma...
Regreso al cuerpo, me golpean las emociones como piedras negras y no se como espantar la amargura, la tristeza que avanza. Y siento que me corrompe esa ira agazapada que en ocasiones me alcanza...
Contemplo las cacerolas y suspiro largamente: los matices, la caricia en el alma, el arco iris de Amina me llena los ojos de lágrimas. Y lloro como Soraida llora, en la cocina de su casa en Ramallah. Lloro por los hombres y las mujeres que todavía no lloran, para que puedan llorar y laven su dolor y no peleen y no se maten
Llorando, las penas abandonan, se restablece la calma
Miro la mesa, hay velas, un frutero rebosante de delicias, la madera y los ajos, un pequeño cuchillo en mi mano, el mortero... debo imaginar , crear un plato, entregarme a la alquimia que me renueva, herencia de mujer; escuchar el cuerpo y conjurar las emociones dislocadas

Soraida prepara el te o pela las verduras y se pregunta por el sentido de la vida, la paz, el amor, la esperanza...
La contemplo desde el ventanal de mi corazón cuando se viste el vestido, la prenda inefable que la unge y la honra; aquella que la proclama pueblo y cultura; y poder y elegancia y ternura... El atuendo nupcial conjuga todas las artes y conocimientos de Palestina. Entonces, la vida feliz regresa, danza la naturaleza, la humanidad, el universo entero.
En los ojos de Soraida vuelan lágrimas como mariposas inquietas mientras observa su
majestuosa imagen en el espejo de la alcoba.
En mi cocina hay una bandeja con una hermosa calabaza, palmeo alborozada; adivino su brillante aroma con sonrisas color naranja. Que manjar sobre la mesa, en dos cuencos como dos soles una crema de diosas.
Me dispongo a guisar. Consolada entre mujeres, sabiéndome viva, agradeciendo mi techo y mi familia, el amor... elevo, alargo mi voz hasta tocar la frente, los labios, el aire de Soraida; acariciar a su familia, a sus vecinos, a la tierra mutilada. Ruego a los dioses que allá se multiplican les guarden la vida, para que puedan seguir creando la esperanza de gozar su amado país en libertad, en paz.
Amina Alaoui nos canta una antigua letra alojada en el corazón de una jarcha mozárabe, joya que tallaron tres culturas y como un broche cerraba las moaxajas.
Entrecierro los ojos y mis labios sonríen. Cantamos las mujeres: Soraida, Amina, Cova y Rim Banna. Flores de los jardines volvemos a cultivar para cantarle a la tierra, para sanar. Flor de vida, flor de luz que nos invade y nos mejora.