Grupos de activistas organizados en torno a la campaña "Seize BP" lanzan hoy una semana de manifestaciones en 50 ciudades de EEUU para protestar por la situación en el golfo de México y pedir que se intervengan los activos de la multinacional británica (larazón.es)
De acuerdo con los cálculos del Servicio Geológico de Estados Unidos, desde la explosión del 20 de abril que destruyó la plataforma de perforación Deepwater Horizon, el crudo que ha manado del pozo es de unos 12.000 a 19.000 barriles diarios. Algunos científicos calculan que el vertido está entre los 12.000 y los 25.000 barriles por día (público.es)
Múltiples señales de alerta precedieron la explosión de la plataforma petrolera del grupo británico BP, que mató a once operarios y provocó el derrame que desde hace más de un mes contamina el Golfo de México, señalaron el martes legisladores que investigaron el hecho. (diariolasaméricas. com)
El vertido está fuera de control y ni siquiera la empresa puede cuantificar el tamaño de la mancha de petróleo. El uso de químicos disolventes sobre su superficie hace imposible una estimación adecuada. Se trata de un desastre ecológico con pocos precedentes, que podría ser equivalente al mayor derrame de todos los tiempos: el de Exxon Valdez en la costa de Alaska en 1989.
Pero no se trata sólo de la mancha, ya que organizaciones ecologistas como Greenpeace están cuestionando el líquido disolvente que la empresa está inyectando en el vertido, y con el que busca evitar que la marea de petróleo afecte a pájaros y mamíferos. Según Greenpeace, el químico incluye dos ingredientes altamente nocivos para el ecosistema del golfo:
- Disolvente orgánico 2-butoxietanol: devastador para la fertilidad de los animales.
- Anticongelante propilenglicol: elimina el oxígeno del agua y los asfixia.
Esa operación de dispersión de químicos es un teatro, puras relaciones públicas para que la gente no vea animales ni playas manchadas de petróleo. Pero el vertido sigue intacto bajo la superficie. Ante la disyuntiva de si era preferible matar peces o pájaros, BP ha decidido matar peces, explicó a la prensa Mark Floegel, experto en vertidos de la organización.
La situación es alarmante y se agrava día a día, mientras los gobiernos tratan de hallar responsables. La petrolera quedó eximida por el Gobierno de Estados Unidos de tener un plan de emergencia en caso de que la plataforma, que alquiló a Transoceanic, provocara un vertido. Hace dos años, el gobierno del presidente George W. Bush dejó de exigir medidas concretas de respuesta a fugas de petróleo a varias perforaciones del golfo de México. Y la misma postura mantiene el gobierno de Barack Obama (universalocean.es)
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