Tremendas y extenuantes las superficies que padecí en el UK y que puerilmente determiné no podrían asolarnos de igual modo en este tétrico pais que padecemos hoy en día.
En fin, rabié, discutí, debatí los efectos dañinos de dichas embestidas espaciales cotidianas; más en aquel entorno aciago nadie parecía percatarse de las dolencias que les abrumaban y/o paralizaban; su estado de zombificación me resultaba ora indignante ora aterrador...
Y en estos días que han cerrado las puertas del centenario Cafe Dindurra en Gijón- un gran cafe, un magnífico espacio, por cierto- sospecho con aprensión el arribo e incrustación de una franquicia nutricional para el cuerpo o el intelecto, en esta monumental esquina del Paseo de Begoña que ha dejado huerfano al teatro Jovellanos.
En cuanto a nutrición intelectual se refiere -por profiláxis- anoto lo siguiente:
Las hiper-librerías-encadenadas (léase franquicias, si lo desea) desorientan y producen ofuscación; aturden con la voluminosa estridencia de los tomo-cúmulo-túmulos, ocasionando episodios ansioso-adictivos... En tal disposició-exposicón los libros se asemejan a una pila de productos cárnicos con los que pegarse un atracón: kilos de hojas repletas de signos, de tapas duras o blandas con chillonas y recurrentes ilustraciones invadiendo la superficie de las portadas.
Dichas macro-superficies híbridas o carnicebrerías (medio carniceria, half library)usurpan el
oxígeno,amodorran.
Ocurre lo mismo con los hipermercados u otros mega-productos similares como los shoppingcenters o las macro-gasolineras que atosigan con su mega-menúcheap-raudofestivo like a hipercoffeechickenpollotakeaway…
Malhadados e indigestos espacios, apabullantes superficies donde alucinar o alunizar y consumir-se sin pausa con guasssa…up! Mientras se ejercitan dócilmente las densísimas e incongruentes mega-filas de cósmica materia.
¿Podría tratarse de un prototipo de ámbitos especificamente diseñados para entumecer los sentidos y paralizar la sinapsis?
Entre otras cosas a revisar :
Los contextos. Establecer el diálogo, promover la comunicación, aprender a debatir…
¿Los espacios nos definen?! Hay que remover los escombros, sacudirse el polvo y sanear…
Revisar los continentes y concebir los contenidos; contemplar contenidos que inspiren continentes. Un diálogo entre ambos elementos requiere un ejercicio de precisión, de talento y de amor al arte.
Es indispensable reflexionar sobre los beneficios de las dimensiones que generan los espacios saludables, los que se construyen basados en sólidos criterios de armonía y rigor, diseñados con honestidad, bondad y esmero, en una palabra, en serena libertad.
Espacios asequibles, a escala humana…Una feliz opción, plena de vida, de entusiasmo y compromiso, de responsabilidad, inteligencia y belleza