El poder que alardea de sus fechorías
provoca la risa de las hojas secas que caen
y de las nubes que pasan
Guarda silencio, corazón mío:
estos árboles espléndidos son oraciones.
El nacimiento y la muerte de las hojas
son el giro veloz del remolino,
cuyos círculos cada vez más amplios
se mueven lentamente entre las estrellas.
El aroma de los días inefables se aferra
a mi corazón como el musgo al viejo tronco
del árbol.
Mujer, has envuelto el corazón del mundo
con tus lágrimas profundas,
como hace el mar con la tierra.
La verdad levanta contra sí misma la tormenta
que esparce sus semillas.
Abril, como un niño,
escribe en la arena jeroglíficos de flores,
y luego los borra y se olvida
Tagore Song
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