NO SE PUEDEN MANIATAR LOS DONES
No se pueden maniatar los dones
Un día abordan tu morada y se apoderan de tu puerta
Se acomodan en los descansillos, tus blindados rincones
Acechan las escaleras detenidas
Dones y dádivas permanecen a la espera,
de ser recibidos, favorecidos, engrandecidos
Quieren habitar todos los espacios que posees
Pacientes, merodean los aledaños
importunando a las lúgubres sombras
Mientras el asombro y la cobardía
se entretienen esquivándolos,
un día cualquiera se adentran en el zaguán
Golpean la puerta en amonestación imperiosa
Tus yermos umbrales son pasto de sus pisadas,
se adentran en territorio de trincheras y omisión
Todas las indignas traiciones apiladas,
al desnudo
Es tiempo de confrontar los miedos
nutrir la propia vida, detener la atrofia
En la confusión y el desvarío
arremete la desesperación
que recoge encolerizada los restos
de aquel mundo que poseías,
el asiduo de tu vida que mitigaba el vértigo,
desde el que te tolerabas
Y tras el caos
liberar la inocencia cautiva
La fragilidad del cristal
la pureza del diamante, esencia de lo inalterable
La madeja de tus dones como ofrenda
para hilar fino
devanar lo armónico
Kova d Onga, mayo 2010
Dichosos tus dones, el de la palabra, el de la escucha, el de compartir, el de hacer de la vida un viaje en el que adentrarse con curiosidad infantil, y pasión. ¡Que privilegio compartir tus dones!!! Esmeralda
ResponderEliminarGuau Esmeralda! qué cosas me dices! mi pasión es compartir y este libro en el que trabajamos es ya una gozosa alianza de amor, amistad y bellísimo quehacer literario. Estoy aprendiendo tantas cosas a tu lado que no se por donde empezar a agradecer.
ResponderEliminarPor cierto el nuevo relato me sorprendió y me agradó. Todo está en movimiento, la vorágine, la vorágine...
El viaje que proyectamos, antesala de valiosas preguntas...
Besines mágicos
k
Digo lo que siento, lo que veo, mi visión de la realidad, es asi...
ResponderEliminarYo tambien tengo que agradecer tenerte cerca, y compartir con vos, gracias a la vida.
Celebro que te agradara el relato, ya me dirás las causas de la sorpresa... seguimos en movimiento, vivas
besos de baraka Esmeralda