ALFREDO LANDA Y EL TEATRO
Alfredo Landa tuvo su primer contacto con el teatro en la Universidad de San Sebastián. Allí formó parte del TEU, con el que hizo sobre todo los papeles de carácter, según recuerda Jaime Azpilicueta, hasta que, en 1958, «se trasladó a Madrid, con Ramón Reparaz, en el tren y con una maleta de cartón, para probar suerte en el teatro madrileño». En los años sesenta, Landa frecuentó los escenarios; en el teatro María Guerrero trabajó bajo las órdenes de JoséLuis Alonso en montajes como «Los caciques», de Arniches; «Los verdes campos del Edén», de Antonio Gala; «La loca de Chaillot», de Jean Giraudoux;«La difunta», de Unamuno. En septiembre de 1964 participó en el estreno de «Ninette y un señor de Murcia», escrita ydirigida por Miguel Mihura, en el papel de Armando…
CINE, MÁS CINE POR FAVOR
Una mirada de hombre bueno.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Bondad, si ; y una entrañable sensibilidad.
ResponderEliminarHay tantos personajes que creó… Me queda el recuerdo sonriente del bandido Fedetestas
Un mundo al revés!, maravilloso Landa, Alfredo Landa.
Salud
Kova