A Encarna, por el mar de Llanes
Anduve hacia la orilla, me calcé las olas frías…
Entregada al vaivén de una senda irreal y legendaria,
advertí la tempestuosa sacudida del latir humano.
Agua de mar, agua salada y sutil;
líquida clarividencia.
Mar y mar y mar
Mar, mareado de mar
Mar de humanidad, de la humanidad…
Pasamos la vida cosechando olas
La confusión del mar nos conmueve,
nos evoca,
nos convoca.
El asombro del agua inmensa es acaso
el encanto del espejo vivo que apremia y nos cautiva…
K. d Onga2013
Muy bien, Kova, muy bien, leyendo estos versos tienes la sensación que el agua salada va acariciando tus pies.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Si, en la soleada mañana del domingo, recogimos rumorosos versos, mimos marinos en las playinas de Llanes.
ResponderEliminarGracias, Francesc