RUFINO TAMAYO
Desde aquel aullido bajo el inmenso estrellado
soy el amargo extenuado y silencioso
Todos los días las aves del cielo
acuden a contemplar mi derrota
De par en par andan mis brazos,
aprendices de viento
Río como el río frío que me atraviesa y me deshace
Río con mi risa rota
Claudico ante la férrea oscilación de la vida
kova D onga2011
Los aullidos penetrantes, llegan al túetano. Nosotros persistimos, puede que rompamos la sonrisa per no. No claudicaremos.
ResponderEliminarNo, querida Kova, con tu poesía tu no claudicas nunca.
Salud
Francesc Cornadó
Acabo de leer tus comentarios y la risa que me han provocado, carcajadas en cascada radiante, manantial de transparencia...
ResponderEliminarCrees que podría resultar contagioso,
persistir en la belleza y
claudicar honrando la belleza de la vida
Me alegro de encontrar aliados
Un abrazo
Kova
A la belleza habrá que pellizcarle el culo.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
La vida oscila, pero hay que seguirle el paso.
ResponderEliminarY aprovechar para columpiarse un poco!
Así es, mecerse
ResponderEliminarLa vida como un péndulo; el ir y venir de la bella vida, ante eso, me rindo