MIENTRAS que un@ se entretiene buscando seres mitológicos por la senda, se va por los caminos con el sol lluvioso de primavera, bailándole al arco iris la tiritera inconstante por la fresca. De brinco en respingo a descubrir rincones de belleza. El encanto de un paisaje que te regala en la tarde árboles sagrados, como el tejo bicentenario que está pegadín a la iglesia de La Maletería ( con cabra y todo! apostada pastando; diabluras del bosque, guiños del texu?) o siguiendo la pista del Busgosu, que nos trae locas, que se nos despista una y otra vez, valle arriba, río abajo y entonces Riocaliente, pueblo de dos ríos: grande y pequenín. Y una se queda perpleja, fascinada ante los 21 hórreos que surgen de la tierra con ritmo de maderas y pegoyos rotundos, altivos. Turba de húmedos olores invaden mi garganta con regusto a terrones, hierba y rocío.
Y vamos monte arriba, cual dianas cazadoras, a tirarle los tejos, literalmente, al Busgosu.
el busgosu del escultor pedro bueno
Busgosín, Busgosu
pareces desamparado
Un poco de compañía
y unos chuchinos te damos
Toma las raminas del texu
y anda cauto con la Xana
Le dicen antigua señora del bosque
La diosa, la cazadora Diana
rodeada de hórreos - la castañera
En Riocaliente,
hay algunas casas de buena piedra de cantería muy antiguas; por debajo de una pasa un riachuelo.Esta casa parece un molino, pero no lo es.El riachuelo, que es la fuente del pueblo, se llama JO y desemboca en el río el Bedón; y así van juntos un trecho, pasando por tierras de Posada, para desaguar en el mar, cerca de las ruínas románicas de San Antolín de Bendón. En este ambiente típicamente asturiano, LOS PÁJAROS y LAS AVES de AGUSTIN VELA con su exotísmo sorprenden al visitante.
riocaliente - hórreos
El Busgosu es un ser mitológico controvertido, cuya presencia en el panteón mitológico asturiano ha sido negada por algunos folkloristas como Aurelio de Llano
(uno de los más importantes investigadores del folklore y de la historia de nuestra región) ya que aparte de su mención en fuentes literarias de dudosa procedencia, no ha dejado rastro alguno en leyendas o relatos de la tradición oral.
El primero en citarlo fue la Asociación Demológica asturiana en el año 1882, pero fue también recogida su existencia por Bernardo Acevedo y Huelves en su Libro de Boal (1898).
De ser cierta su existencia, el Busgosu sería el Señor del Bosque, un personaje de aspecto semihumano, cubierto de pelo, con patas y cuernos de cabra, cuya figura se correspondería con los faunos, silvanos y sátiros de la mitología clásica grecolatina. Se dice que raptan a las mujeres para gozar de ellas en su guarida y que siente gran aversión por los cazadores y los leñadores, a los que trata de espantar o extraviar si se adentran en sus dominios.
En Asturias y según el testimonio de distintos folkloristas recibe el nombre de BUSGOSU, MOFOSU y VELLOSU, apelativos que hacen referencia a un cuerpo cubierto de pelo o musgo. Entre sus parientes más próximos estarian el MUSGOSU CANTABRO y el BASAJAUN VASCO. Encontramos historias idénticas al Basajaun vasco, aunque
atribuidas al Demo, en los concejos de Grandas de salime y Los Oscos, posiblemente introducidas por ferreiros vascos asentados en estas tierras allá por el siglo XVII.
En Tineo se habla de otro ser llamado el PELUDU y recientemente el investigador llanisco Ramón Sordo Sotresdescubrio historias referidas al Busgosu en los concejos de Ponga y Piloña lo que echa por tierra las aseveraciones de Aurelio del Llano.
El Busgosu posee abundantes connotaciones sexuales que el cristianísmo asimiló con faunos y sátiros y posteriormente con el diablo. Es en cierto modo semejante al Ourisk escocés.
La presencia de personajes de apariencia humana, aunque cubiertos con un posible disfraz zoomorfo es bastante habitual en el arte cavernario, ejemplo de ello es el famoso chamán de Trois Fréres. También llama la atención el caso del dios celta Cernunnos tal como se le representa en el caldero ritual de Gundestrup, ( Dinamarca, s.I a.C.) con apariencia mitad humana, mitad caprina. Quizás sea factible pensar que sobre un sustrato primitivo, en forma de deidad indígena relacionada con ciertas creencias espirituales o anímicas relacionadas con el poder regenerador de los bosques, se haya impuesto, en plena romanización, una deidad importada, quizá el propio dios romano Silvanus.
Probablemente se trate de los restos de una antigua divinidad de los bosques al igual que la que aparece nombrada en una lápida de Uxo/Ujo (Mieres), dedicada a Ninmedo Assediago -NENMETON, en céltico, significa bosque sagrado.
EL BUSGOSU
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