la senda de los doce puentes de vegadeo - asturias
A lo largo de doce puentes que unen las orillas de los ríos Monjardín y Suarón se ubican esculturas de los artistas asturianos: Mª Jesús Rodríguez, Fernando Alba, Benjamín Rodríguez, Pablo Maojo, Ricardo Monjardín y Francisco Fresno junto al río Monjardín, y las de José Legazpi, Carlos Coronas, Luis Fega, Herminio, Vicente Pastor y Adolfo Manzano junto a la vera del Suarón.
Además en el Barrio de los Herreros, como nexo de unión entre ambos ríos, se ha ubicado la escultura del veigueño César Montaña bautizada “Leyendo en Penarronda”.
Y
un hilo de agua constante va tejiendo la piedra callada…
Y
van pasando los días, los caminantes
regalados
de una dulce y fluvial añoranza
que
con sus pasos van danzando y reclamando
esa
vega cristalina, fecunda y cantora.
Ya
se muestran los puentes
abiertos,
libres, exhiben los vínculos del hombre y la tierra madre
Con
humildes maneras,
un
evocador Monjardin, arroyo alegre, bucólico
de
legendarios matices áureos, retoza intrépido en sus comienzos
Y
cuando llega, lame las floridas huertas
mientras
susurra bajo los puentes y puentines del Fondrigo y Ferreira
Seis
puentes y medio año de lúdicas estaciones
para
soñar despierto, despierta, alerta…
El
camino del agua,
de
la lluvia,
de
las lágrimas,
de
la escarcha.
Doce
puentes que van y vienen solícitos, al antojo del pasajero
que
fluye y cruza y se detiene
y
contempla…
El
discurso de la existencia
Suarón,
misterioso sonoro, te has crecido de puentes
trabados
a tus orillas esplendorosas, jugosas, pétreas
Temporadas
otoñales, tibias, primaverales
Y
ese invierno infinito de tus horas lentas
cargadas
de viento y agua, donde cielo y tierra se confunden
Caminar
sobre ti, elevarse para resonar con tu inamovible paso
Sentir
el bullicio de tu cercanía,
Rememorar
la nostalgia de vivir dignamente
Todos
tus puentes nos conectan, nos reúnen, nos festejan
El
Matadero, La Abraira o El Noveledo
Y
más puentes, aquellos primeros puentes, los viejos puentes
que
anunciaban el recuerdo de la tierra que añorabamos…
Cuando
el inmenso mar de los maizales de estío
aullaba
indómito por la brisa a ambos lados de la carretera
mis
ojos inquietos escudriñaban el horizonte mágico que se avecinaba
Rondaba
y se adhería como la propia piel, la del corazón
Y
allí, en la curva del Fondón en un abrir y cerrar de ojos
El
Puente, como un sueño sobre la ría
Aquel
que contenía en sus entrañas el interminable carril de fierro
El
puente que crecía de entre las aguas
Pilares
como árboles solemnes vinculaban tierra y cielo
La
puerta de Vegadeo
Y
el otro puente cercano, el de Porto, el que diluye fronteras
que
nos acerca y protege, sugiriendo el encuentro y la unión
trazando
caminos de coherencia.
Puentes
de entrada y salida, que celebran el agua
senda
libre, líquidas cadencias…
Y
ya queda por decir la alabanza al viejo puente
el
puente de la luna trémula, poético puente, puente de amor
Puente
de Piantón,
donde
el Suarón queda prendado de sus aguas
Idílico.
El
camino de la vida, el camino del agua
Subterránea,
navegaba el agua cantora
El canto del agua (JITANJÁFORA*)
Kunta Nora, Kunta Nora
Elaiké, Sanatú, Sonatú
Limainé, Casarí
Kunta Nora, Lesé
Lai Mainé Sonatú
Ruramé
Son Ke Ti
Labá Narí Moé
Tuasí Ahisé
Laramé Okí
Noitesí Laseró
Kuareé Moi
Guasé Tarondí, Guasé
Tarondi
La-a Ma-a
La-a Ma-a Guasé Guá
Guá
Clak – Clak
Pliá
Pliá Clack
Blan Mollai
Kunta Nora, Lesé
Kunta Nora, Lesé
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