SIETE
PUERTAS en un sueño y el invisible hilo de Ariadna
CINCO
PUERTAS CON PAISAJES PINTADOS
LA
SEXTA ES VANO
LA
SEPTIMA, ESPERA LA ALQUIMIA DEL ALMA
PRIMERA
PUERTA
Caminaba...
y
los árboles me detuvieron,
parecían
desnudos sin su culminante follaje.
El
cobrizo ramaje se regaló ante mi asombro
y
comencé a mirar
y
me abandoné a sentir
Mis
pies ausentes de hojarasca
resplandecían
ataviados
de flores y brisa
Disfrutaba
resonando afablemente
embriagada
por aquella conjunción
Repentinamente
alcé mis ojos,
un
susurro de amor me despertó;
en
las copas de los árboles
se
desperezaba una nube verde, brillante
que
enlazaba con su ostentosa espesura
los
troncos de tan extraordinarias plantas
Sobre
mi se esparcieron
deliciosas
esmeraldas perfumadas,
dulces
besos sobre mi rostro entregado
Desamparada
la piel se abandonaba
a
los caracoleos, airecillos y cosquilleos
de
un exquisito mar boscoso
Al
cabo de un rato
me
sentí felizmente conmovida
al
advertir el recreo de mis preciosas huellas.
El
luminoso azul celeste era evidente,
como
lo era mi traviesa risa fluvial.
SEGUNDA
PUERTA
Esta
mañana vinieron las olas a visitarme
cubiertas
de espuma, sin aliento, excitadas
-
habíamos departido balanceándonos durante horas,
aliviadas
por un sol divino -
me
arrastraron a la intemperie
y
pude contemplar el colapso
La
estrella radiante escupía sonoras,
ardientes
llamaradas, que enmudecían
sumergidas
en el interminable abismo oceánico
La
multitud silente,
petrificada;
ensimismada,
elevada muchedumbre...
...Insólitas
gaviotas parpadeaban en un cielo estremecedor...
Érase
que se era...
acontecía
lo inefable
TERCERA
PUERTA
La
noche desordenó al día
y
la luna lunera
menguante
y caprichosa
se
apresuró a deslumbrar
en
un cielo celeste
Cabrilleando
iba la luna,
no
dejaba de temblar
tropezó
con un nimbo pajarero alborotado
Se
quedó enganchada al aire;
viajera,
pasajera
gravitando
lunática...
CUARTA
PUERTA
Un
rayo de fuego se demora en el aire
El
cielo es un desierto pálido y constante
Un
mar horizontal, casi un mar omitido, perfila la entelequia de las fronteras
Sus
quebradizas olas de plata suspiran azulados lamentos
Ocupa
el espacio un cielo enorme de nubes cuadriformes
incesante
gris, ciclópeo
Se
recogen las aves y los peces
el
aire se llena de lágrimas
Llora
la lluvia, solloza sobre el mar
la
tierra gime empapada
Oleadas
de altas olas espumosas lamen el
atónito celaje
Presto,
el mestizaje lumínico irradia su cálido esplendor
Evoluciono
felizmente en La Tierra
QUINTA
PUERTA
Y
las olas espumosas y las ramas floridas de los ríos
se
fueron enredando
mezclándose
la sal y la dulzura
Luego
me asomé al mar
aspiré
la fragancia de la mixtura
y
contemplé la armonía
Mi
corazón esmeralda
Tañía
con buen aire
Caricia
de ola,
beso
de pétalos
Ese
lugar de Amor
SEXTA,
UNA VENTANA ABIERTA
Todas
las flores con sus pétalos
pétalos
tangibles, vitales
De
amor y desamor
Quiero
un girasol que me corone
Que
me aliente con su bálsamo dorado
Que
meza mi corazón
He
abierto una gran ventana en mi alma
como
flor de hojas sin limites
y
me asomo para admirar
Decía
Nezahualcóyotl,
el
rey poeta de México,
No
acabarán mis flores
SEPTIMA PUERTA
Y
esta puerta ante mi
Serena,
inquietante
Que
abre y cierra
sin
fin
No
tiene paisajes pintados
Es
una puerta gastada, desvaída
carece
de entusiasmo
Más
sigue prestando servicio
Contemplo,
desde
el umbral y entre las jambas
allí
me sitúo,
en
la frontera
Dentro,
fuera
Diviso
mis
paisajes cotidianos,
mis
limites
Desde
el quicio me desquicio:
atravesarlos
de continuo,
hacerlos
desaparecer... Entre tanto,
quizás
pintar un vano no tenga nada de banal