Doblan las campanas en Macondo

Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D O M A C O N D OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO Cien Años de Soledadd Crónica de una muerte anunciada El coronel no tiene quien le escriba Vivir para contarla