Territorio comanche
o el peligro
de no ver a nadie
a sabiendas
de que te están acechando
Reflexiono sobre la celebración del próximo evento cultural con eco internacional que se llevará a cabo el 1 de septiembre de este año, el Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez y en el que desde Gijón, en Asturias, estoy colaborando.
Pienso en Ciudad Juárez de Ciudadanos y la imagen estalla potente en mi cerebro, más intenso en mi corazón. Y siento próximo, incuestionable, el latido clavado y ronco del corazón de Gijón, que cruje extraño por los rincones, los barrios, de mi ciudad asustada.
Los ríos que nos conjuran para la vida solo fluyen serenos en bullicioso mestizaje cuando se mecen bajo Puentes de Amor.
Pienso en la progresiva, devastadora crisis caótica y me inclino por la reflexión-introspección, por un alto-basta, por la pausa: la enérgica acción del no movimiento frente a la vertiginosa premura del acoso.
¡¿Cómo aprender de la brillante lucidez en territorio comanche? !
Vivimos en estado de alerta. Más que sálvese quien pueda, habrá que ir a picar a la puerta del vecino para convocar y proclamar el estado de consciencia.
Les dejo con:
UN OFICIO DESESPERADAMENTE HUMANO
Hete aquí la celada espiral de La Carne inquieta, alarmada
La desesperación distorsiona el Amor y descompone la Belleza
El espíritu aturdido
esconde en las entrañas
la semilla del Miedo
Para entonces,
vamos recorriendo el laberinto del error y el horror
Ciudad Juárez, la tierra ardiendo
en el pecho, en la frente...
y estalla mi corazón
Mi propia sustancia,
universo de humildes moléculas,
delata La Existencia
Cuando el amor se hizo odio,
olvido,
tristeza,
esclavitud,
ilusión,
sueño...
fue cuando el miedo nos sostuvo.
La Primavera de la Humanidad
sólo floreció una estación
y se hizo tibio recuerdo.
Me pregunto,
si habrá un sacrificio de La Unidad
para transformar seres de amor.
Kova d Ona2012GIJÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario