milnovecientoSesentaydos
Todas las noches los árboles que permanecen levantados
aúllan alarmados y me despiertan
Insomne me pienso árbol
y grito, grito oscura, desarbolada
Los árboles tan generosos aun a pesar de nuestra necedad
subsisten inquebrantables en las turbias urbes
Van regalando el aire que respiramos
y no les damos tregua
Hay humanos que siempre los han honrado
Hay humanos que los abrazan
Hay humanos que sueñan un paraíso de bosques y pájaros
Hay humanos que zozobran si les falta el asilo de sus ramas
Y hay inconscientes que olfatean madera
y perpetran el saqueo de la savia
entonces,
los magnánimos gigantes mueren desolados...
Sin embargo, la humanidad que no puede ser más que humana,
sino sería muy grande patraña,
persevera alumbrando seres humanos cabales
Adheridos a los árboles crecen altos, soberbios, libres
capaces ambos de gozar las andanzas de La Tierra
de celebrar con prudencia la esperanza
2012KovadOnga
Al fin! Has vuelto!
ResponderEliminar(No crees que la esperanza siempre es gozosamente imprudente?)
En estos tiempos que corren me quedo en la gozosa prudencia de la esperanza. No tanto precaución como reflexión y consciencia; ahí estamos, en la búsqueda del equilibrio, la calma.
ResponderEliminarUn día de estos nos hacemos una senda con unos cuantos versos en la mochila; me apetece darles un buen abrazo a los árboles.
Besines