Colgaron este video en Youtube y lo acompañaron de unos versos de un poema que escribí evocando Vegadeo, pueblo en el que no nací, pero en el que pasé parte de la infancia y la adolescencia.
Al que vuelvo para compartir momentos de la vida que me enriquecen y me hacen sentir serenamente feliz.
Desde mi place doy las gracias a quienes hicieron el video y les mando un abrazo de chuchos!
VEGADEO
Vegadeo, sólo con pronunciar tu nombre
Vegadeo, paradoja en mi memoria
Los espacios que recorrí se los llevó el tiempo consigo
Vegadeo, dulce y luminoso como el río verde de mi infancia
discurres por mi interior con una belleza insólita, inesperada
Como un sol de estío entre las nubes me arrebatas,
cálido y vibrante mis párpados te acogen
Ora te detienes, ora te alejas, me embriagas
Sin ti Vegadeo no hay Suarón, no hay Suarón sin Vegadeo
Unidos por los puentes, por los puentes vais unidos
Bullicioso Suarón, hermoso, opulento y frío
alimento de mazos fue tu curso y tu camino
Continúas debatiéndote entre piedras,
susurrando anhelos, viejas historias
Cada año un sueño, una canción
una risa y una pena, una fiesta en el corazón
Vegadeo, albergas mi niñez entrañable
mi mocedad arrogante, vulnerable, inquieta;
fragantes estaciones de mi vida
Inolvidables, inalterables son los aromas,
aromas calientes que precipitan el recuerdo
De tahona y harinas
De un yunque candente
con sudor a cuero y a hierro,
a tierra mojada, al aire verde del río
Vegadeo de días morados de moras
y tardes de vacas adorables, flemáticas
con ubres tibias, rezumando espumosas
¡ay, que bigotes de risa blanca!
Correr La Abraira, la Galea
soñar El Fondrigo, visitar Ferreira
Mordiscos cómplices a las manzanas robadas
La frescura de las rosas en el jardín de mi abuelo
En el hogar, cocina de leña y chorizos
pan de hogaza, rosario y compota
E muitos abracadabras pra conxurar o medo:
“Silvela, monte, monte Silvela”
Vegadeo y mi juventud gozosa
con veranos de lluvia y sol
De Meredo a Armeirín trepidantes pedaleos
furiosas curvas a favor del viento
Piantón, el puente que aguarda y nos reta
El Palacio o La Abraira, nos vemos n´A Veiga
Los chicos y los lugares que amábamos
Atardeceres lluviosos, perezosos
humo, ajedrez, jugar a cartas
Pachico, un piano; en la penumbra Elvis, Santana
Y la aromática pipa de Enrique, pintor ensimismado
Vino de misa y piononos
Un plumero polvoriento y hastiado
Sillas de madera, mesas de mármol quebrado
Alvariño anda afanoso y desorientado
Un alboroto de jóvenes ha tomado por asalto
su húmedo rincón, su feudo desconchado
En el vermú o en la siesta las batallitas del Cancio
con Leandrín, la inefable Lidia y la jukebox del reservado
Suena la melodía imparable, el Only You de los Platters
Tertulia, terraza del Asturias, Quique Cuervo exultante
rodeado de entusiastas y escépticos; a su manera rebeldes,
noctámbulos
Agosto, las fiestas del pueblo
del Avión a La Flor, por el parque ruidoso caminando
Seduciéndonos, mirándonos. Riendo, cantando o bailando
Mientras los cruasanes de Bautista aroman la madrugada,
bajamos la Calle Arriba, toda ella intrigada, entregada
De vuelta a Piantón se destapa la luna trémula
Cuelgan las caricias en un puente de palabras
Viejo puente de Piantón mimado de besos, risas y abrazos
Mil y una noche de estrellas en tus aguas reflejadas
suenan voces de amores, enamorados al alba
Vegadeo, solo con pronunciar tu nombre
Territorio donde las penas se disipaban
Vegadeo, cercano y extraño
Kova d Onga2010
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