VENÍAS...
Venías...Venías enterrando pañuelos, cerrando llagas, llenando los espejos de la noche de rocío de aurora. Llegaste benévola, pura, triunfal, derrotando a los agresores, tú, ocaso de cadenas, vencedora de la muerte, infinita mirada de indeleble amanecer, hija del palomar de leones, amparo de epopeyas, jubiloso grito de bandera de ecos encallecidos nunca mudos. |
"Yo me casé dos veces. Mi primer marido no quería que yo cantara o hiciera estas cosas de la cultura. Cuando me casé fue a la manera antigua; él habló con mi familia, mis hermanos, pero no conmigo. Le di 3 hijos, pero no me gustaba su actitud. A él no le gustaba que yo hiciera nada, ni que cantara ni trabajara en la wilaya, así que le dije que no podía seguir de esta manera. Entonces él firmó una carta diciendo que me liberaba, porque la mujer no puede separarse del hombre por las leyes del Islam (Sharia). Pero mi marido de ahora lo elegí yo; primero hay que construir el amor y después lo demás. Nosotras participamos de todas las cosas que hacen los hombres porque nuestro Islam es sencillo, no es un Islam por la fuerza. Yo viajo muchas veces fuera de las wilayas, a diferentes países, y a mi marido le parece normal. Cuando vuelvo, regreso a mi otro trabajo de enfermera."